09/08/2016

El Grupo CLH invirtió más de 33 millones de euros en proyectos medioambientales en los últimos tres años

  • Las iniciativas abarcan áreas como la protección de la biodiversidad, la eficiencia energética o la reducción de emisiones


El Grupo CLH destinó más de 33 millones de euros a proyectos medioambientales en el periodo 2013-2015, con el objetivo de reforzar la sostenibilidad de sus actividades y utilizar los recursos, tecnologías y procesos de forma más eficiente y respetuosa con el entorno natural y social.

Dentro de su política de protección de la biodiversidad, la compañía colabora desde hace cuatro años con la asociación para el estudio y defensa de la naturaleza GREFA (Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat) en la realización de estudios sobre la integración de su red de oleoductos en zonas de especial riqueza ambiental.

La compañía finalizó el año pasado nueve evaluaciones ambientales en espacios naturales protegidos de cinco Comunidades Autónomas (Andalucía, País Vasco, La Rioja, Galicia y Navarra), que verificaron la sostenibilidad de los oleoductos y su impacto nulo sobre la fauna y flora de los alrededores. En total, desde el inicio del proyecto, CLH ha analizado más de 180 kilómetros de áreas naturales protegidas, lo que supone más del 91% de las zonas identificadas, y tiene previsto finalizar este año el estudio de los últimos tramos.

La compañía también ha colaborado con GREFA en otras iniciativas relacionadas con la conservación de la biodiversidad, como la reintroducción de crías de cernícalo primilla en el Parque Regional del Sureste (Comunidad de Madrid) o un proyecto de estudio y protección del buitre negro en el Parque Natural del Valle de Alcudia y Sierra Madrona (Castilla La Mancha).

CLH ha renovado la certificación ISO 14001 para su Sistema de Gestión Ambiental y continúa trabajando para certificar sus instalaciones de acuerdo a la exigente normativa medioambiental EMAS. La compañía obtuvo en 2015 este distintivo para las plantas de Girona y el aeropuerto de Málaga, además de renovar las certificaciones para los centros de Huelva, Tarragona, Santurce (Vizcaya) y el aeropuerto de Bilbao.

Asimismo, el Grupo CLH ha aprobado una nueva política de biodiversidad, mediante la que se compromete a seguir respetando la diversidad biológica de las zonas en las que dispone de infraestructuras, no sólo a través de buenas prácticas ambientales, sino también mediante la participación en programas de Investigación y Desarrollo o la colaboración activa con sus grupos de interés.

En esta línea, la compañía también ha publicado una nueva Política de Eficiencia Energética, para impulsar su compromiso con el ahorro de energía y la reducción de emisiones. Para lograr este objetivo, la compañía ha continuado realizando estudios de eficiencia energética e impulsando diferentes actuaciones dentro de sus planes de modernización, que han hecho posible la implantación de equipos más modernos y eficientes para el transporte de carburantes por oleoducto y la mejora de la eficiencia lumínica de las instalaciones.

Además, la compañía ha vuelto a verificar y calcular la huella de carbono derivada de sus actividades, un estudio que permite identificar, diseñar e implementar acciones de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.

Estas actuaciones se completan con la realización de diferentes proyectos de recuperación ambiental en aquellos terrenos en los que el Grupo CLH ha desarrollado actividades. Entre las últimas actuaciones realizadas por la compañía, destaca el comienzo de los trabajos de saneamiento del subsuelo en la antigua instalación de Burgos y la finalización de las labores de caracterización ambiental en la antigua planta de Salamanca.

En este capítulo, CLH también está desarrollando un ambicioso proyecto de innovación centrado en encontrar nuevas técnicas biológicas para la limpieza de aguas y suelos afectados por productos petrolíferos. Esta iniciativa ha sido calificada y aprobada por el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI).

Además, la compañía continua participando en los dos principales programas internacionales dedicados a estudiar la implantación de los biocombustibles en la aviación comercial: NARA, impulsado por la Administración Federal de Aviación y el Departamento de Agricultura de Estados Unidos; e ITAKA, apoyado por la Comisión Europea.